Para muchos, pero muchos, de nosotros, el fútbol es una verdadera pasión, y el FC Barcelona es uno de esos equipos que desatan la locura allá por donde van.
De hecho, para muchos aficionados no basta con ver los partidos de su equipo en la televisión o en el campo, quieren saber mucho más, quieren vivir experiencias que van más allá de un partido de fútbol, y, para todas esas personas, es una visita más que obligada el Camp Nou, el hogar de uno de los mejores equipos del mundo.
El museo del FC Barcelona es el segundo museo más visitado en la ciudad condal, solamente el año pasado acogió a 1.572,812 visitantes, una cifra un poco inferior, en poco más de siete mil personas, que el museo Dalí en Figueres.
La visita al Camp Nou es una experiencia completa, pues además del museo del Barça puedes darte un paseo por el estadio, algo que puede resultar muy emocionante para los amantes del fútbol.
No hay que sacar dos entradas, sino una única para el estadio y el museo.
La visita comienza con, valga la redundancia, la visita al museo del equipo azulgrana para pasar a hacer un tour no guiado por el estadio, aunque sí existe un recorrido marcado, que finaliza de nuevo en el museo. El recorrido de unas dos horas, puedes hacerlo con una audioguía, y, al final, siempre puedes comprar un recuerdo en la tienda o tomarte algo en cualquiera de los bares que existen.
En el museo se pueden ver una gran cantidad de recuerdos, de trofeos, fotos, vídeos que abarcan desde la fecha de la creación del club en 1899 hasta la actualidad, salpicada con los medios técnicos más novedosos, como paredes interactivas o pantallas táctiles.
Entre las piezas más llamativas para el visitante, están los trofeos o una de las camisetas que usó Maradona o las botas de Ronald Koeman.
A continuación, siguiendo las indicaciones, entramos en el Camp Nou. En primer lugar, se ve una imagen panorámica del estadio culé, para pasar a la zona donde entrevistan a los jugadores (la zona mixta), la sala de prensa, el vestuario visitante, el túnel de vestuarios y el césped del campo, pero eso sí, el visitante no puede pisar el terreno de juego.
La verdad, es una experiencia impresionante pasar por donde Messi, Suárez y compañía salen cada fin de semana, y ver el estadio al salir al césped vacío, pero imaginando lo que tienen que sentir esos jugadores al ver las gradas llenas cantando y animando. Es una experiencia única.
Barcelona es una ciudad con mucho tráfico de coches, algo que en muchas ocasiones hace difícil cualquier visita turística, pero hay una muy buena opción si quieres disfrutar de toda la oferta turística y cultural de la ciudad, hacer rutas de forma diferente, y para eso, nada mejor como el alquiler de moto en Barcelona, con lo que te ahorrarás sufrir embotellamientos de tráfico, y, además, te ahorrarás gasolina.
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