los mercados de Barcelona

Los mercados de Barcelona. Hallar productos frescos de calidad en Barcelona está garantizado, debido a la gran tradición de esta sociedad en cuanto a cuidar y preservar sus mercados. Y Ciutat Vella es uno de los distritos que mejor representa esto: el de la Barceloneta o el de Santa Caterina son buenos ejemplos de ello. Pero sin duda el mercado por excelencia en Barcelona (y en Cataluña) es el de Sant Josep, más conocido como la Boqueria, que se encuentra en el centro de una las calles más emblemáticas, las Ramblas, marca y símbolo de la ciudad. Para trasladarse de un mercado a otro, lo más práctico es hacer uso del transporte público, desplazarse en bicicleta o mediante el alquiler de motos eléctricas en Barcelona, una de las formas más respetuosas con el medio ambiente.

Una explosión de colores, sensaciones, aromas, vocerío… es lo que se encontrará el viajero al entrar a la Boqueria. Frutas, desde las más tradicionales a las más exóticas, setas de mil formas y aromas diferentes, carnes de todos los rincones del mundo, un sinfín de productos del mar, todo dispuesto con esmero en las paradas, algunas tan antiguas que se remontan a los inicios de este gran mercado. La Boqueria, llamada así porque era el lugar donde vendían la carne de boc (macho de la cabra), fue en sus comienzos un mercado al aire libre, del que se tiene noticias desde 1217. No fue hasta 1840, después de diversos cambios de emplazamiento así como reformas, que se construyó donde ahora se asienta, a partir de un proyecto del arquitecto Mas Vila, y hubo que esperar hasta el año 1914 a que se levantara la colosal cubierta metálica que protege a vendedores y clientes de las inclemencias del tiempo. Este mercado, referente mundial en su categoría, fue reconocido en 2005 como el mejor mercado del mundo. Ahí es nada.

Además de las innumerables paradas, la Boqueria cuenta con una serie de bares donde el viajero podrá vivir el ambiente del mercado desde sus entrañas (no se pierda nada de lo que ocurre a su alrededor: es fascinante) mientras saborea alguno de los platillos que le ofrecen. Y si hubiese que escoger uno de entre todos ellos sin duda nos decantaríamos por el emblemático Bar Pinotxo (paradas 66-67), en el que Juanito, el dueño y alma de este establecimiento, le atenderá con una sonrisa y una buena recomendación del plato del día. No lo dude y déjese llevar: xipirons amb mongetes, cap-i-pota, cigrons esparracats amb botifarra, bacallà a la crema d’alls tendres, tallarines amb revoltillo d’ou… Escoja lo que escoja, el éxito está asegurado.