el románico de barcelona

Una de las rutas culturales más interesantes que podemos encontrar en la Ciudad Condal es, sin ninguna duda, la del románico. Barcelona cuenta con diversas representaciones de este estilo arquitectónico que cautivarán al visitante por su belleza y su historia.

El arte románico fue un estilo artístico que predominó en Barcelona durante los siglos XI, XII y parte del XIII, y del cual se conservan verdaderas joyas de la época, la mayoría de ellas agrupadas en la zona de Ciutat Vella. Una forma sencilla y económica de desplazarse es el transporte público pero, sin duda, una mejor opción es disfrutar de la comodidad que nos ofrecen las empresas de alquiler de motos en Barcelona.

Las principales muestras del arte románico son las siguientes:

El Conventet: ubicado en el interior del antiguo recinto del monasterio de Pedralbes, en la parte alta de la ciudad. Se trata de un pequeño establecimiento monástico destinado a los frailes que ejercían como “guías espirituales” de las monjas.

Torre Rodona o de Can Vinyals: no a mucha distancia nos encontramos con esta torre adyacente a la finca de Can Vinyals que se cree que data del siglo X.

Capella de Sant Llàtzer: perteneciente a un antiguo hospital situado en la plaza de Pedró (Ciutat Vella) datado en los siglos XII al XV, consta de una sola nave de ábside semicircular en donde destacan los arcos lombardos.

Sant Pau del Camp: monasterio dedicado a San Pablo cuya reforma pertenece al siglo XII, y que es el conjunto románico más notable de la ciudad, en cuyo interior se encontró la lápida sepulcral del conde Guifré Borrel, fallecido en el año 911.

Santa Ana: esta iglesia y antiguo monasterio data del siglo XII y está situado en la calle de su mismo nombre, integrada en el barrio Gótico. Vinculada a la Orden del Santo Sepulcro, conserva la estructura románica original del ábside y crucero.

Capilla del Marcús: situada en la placeta Marcús, esta construcción, que fue erigida junto al antiguo camino romano (actual calle Carders), data del siglo XII. La pequeña ermita conserva bastante parte de su exterior original.

Mare de Deu del Coll: iglesia románica del siglo XI, fue una donación al Monasterio de Sant Cugat con la finalidad de establecer un priorato en la parte alta de la ciudad, entre el barrio del Carmelo y Vallcarca.

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