Ya sabemos que Barcelona es una ciudad infinita e increíble, con miles de cosas que hacer, pero no solamente en lugares cerrados, sino que podemos disfrutar del arte en la calle, y, para verlo como es debido, nada mejor que alquilar unas motos eléctricas en Barcelona y rodar sin preocuparse de nada.
La gran cantidad de monumentos y de esculturas que existen en Barcelona al aire libre constituyen un gran patrimonio artístico histórico y cultural que la capital catalana pone a disposición del oriundo y del visitante para su goce y disfrute, además, completado con otros elementos presentes en la ciudad como su particular arquitectura, la gran cantidad de museos que tenemos en ella y sus parques y jardines, son una de las principales señas de identidad de esta ciudad.
Aunque hay arte público correspondiente a gran variedad de periodos históricos- artísticos, la mayoría de él data del siglo XIX en adelante, siendo uno de los que aún se puede visitar (y el primero en la calle) es el Monumento a Santa Eulalia, situado en la Plaza del Pedró y fechada en 1673.
La ampliación de la ciudad con el derribo de las murallas también generó una mayor cantidad de arte urbano, así como las posteriores adecuaciones de los nuevos espacios que siglos más tarde sucedieron con motivo de los distintos acontecimientos que tuvieron lugar en Barcelona, como por ejemplo, la Exposición Universal de 1888 y la Exposición Internacional de 1929, de la que aún quedan vestigios en forma de arte por toda la ciudad, o los Juegos Olímpicos celebrados en esta ciudad en el año 1992.
Igualmente, se conservan algunos restos medievales de arte, pero no son monumentos propiamente dichos, sino fuentes y esculturas en determinados puntos, como las de la fachada de estilo Gótico situada en la Casa de la Ciudad o las de San Jorge a caballo en un altorrelieve, que hoy en día se encuentran en el Palacio de la Generalitat.
Todavía hoy podemos ver el monumento público más antiguo de la ciudad de Barcelona en su ubicación original, el Monumento a Santa Eulalia del que hemos hablado antes y que es patrona de la ciudad. Fue obra de Benet Parés, y en 1826 su fuente se convirtió en una fuente. Durante la Guerra Civil, en el año 1936, el monumento fue destruido, pero sobrevivió al conflicto la cabeza y se conserva en el Museo de Historia de Barcelona, y fue reconstruida la imagen por Frederic Marès.
A veces se puede hacer muy complicado si vamos en coche visitar estas obras de arte, pues se encuentran en emplazamientos en los que es complicado entrar con estos vehículos, y, a veces, los desplazamientos de uno a otro a pie son demasiado largos. Es por ese motivo por el que lo mejor es usar el alquiler de motos eléctricas en Barcelona. Es una forma cómoda y nada contaminante del medio ambiente de trasladarnos de un sitio a otro.
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